Ali y Germán son clientes recurrentes. Trabajamos con ellos en el diseño de las oficinas de su negocio y posteriormente nos pidieron un proyecto para la zona de día de su casa.
Unificar espacios, crear un entorno más agradable para la familia y una cocina como protagonista eran los objetivos de este proyecto (les apasiona la gastronomía y cocinar, y siempre están a la última en cuanto a electrodomésticos de cocina).
Queríamos que la cocina se conectara con el resto de la casa a través de la simplicidad de las líneas horizontales y la composición por bloques de color. Dos hornacinas marcaban esta unión entre cocina y comedor, jugando con los cambios de volúmenes.
Incorporamos complementos con materiales naturales de texturas ligeras, equilibrándolas con matices cálidos para conectar con la naturaleza. Calma, neutralidad, sutileza y bienestar fueron los conceptos clave.